La ventilación mecánica en la unidad de cuidados intensivos
es una práctica común. La mayoría de los pacientes que necesitan el apoyo de un
ventilador debido a una enfermedad grave están ingresados en una unidad de
cuidados intensivos. Las personas que necesitan un ventilador por un tiempo más
prolongado pueden estar en una unidad de hospitalización normal, un
departamento de fisioterapia o asistidos a domicilio con las respectivas
visitas del equipo médico a domicilio para controlar la evolución y las
necesidades del paciente.
No siempre usamos la ventilación mecánica para los pacientes
que no respiran absolutamente nada ya sea por un traumatismo cerebral (como un
coma), una lesión medular espinal alta o una gran debilidad muscular si no que
podemos usar un respirador para facilitar el trabajo respiratorio del paciente
(si es paciente puede respirar pero requiere un esfuerzo muy grande) o para
ayudar a los pulmones del paciente a eliminar el dióxido de carbono que han
retenido por alguna razón.
Existen diferentes modalidades de respirador, dependiendo de
la capacidad del paciente para la respiración espontánea y la patología que
haya llevado al paciente a acabar en la UCI, el médico intensivista programará
uno u otro programa en el respirador.
¿Cuánto tiempo se utiliza un ventilador?
Un ventilador puede salvar la vida, pero su uso también
tiene riesgos. Tampoco soluciona la enfermedad o lesión primaria; simplemente ayuda
a mantener vivo al paciente hasta que otros tratamientos resulten eficaces. Los
médicos siempre intentan ayudar a los pacientes a separarse del ventilador tan
pronto como sea posible. El "destete" se refiere al proceso de liberar
al paciente del ventilador. Algunos pacientes pueden estar conectados al
ventilador durante sólo unas pocas horas o días mientras que otros pueden necesitar
el ventilador durante más tiempo. Algunos pacientes nunca mejoran lo suficiente
como para desconectarse del ventilador totalmente.
En definitiva, los pacientes son variables y únicos lo cual
quiere decir que cada enfermo precisa un tipo de ventilación mecánica y un
tiempo concreto conectado al ventilador. Aun así el mismo paciente puede
cambiar sus necesidades de un momento a otro, esto puede significar que después
de encontrarse bien, respirar con normalidad y desconectarlo del ventilador incluso
ex -tubar al paciente, en cuestión de pocas horas puede precisar la intubación de
nuevo por complicaciones como por ejemplo un edema de glotis.
La adaptación del paciente a la ventilación mecánica también
es variable. La conexión a un respirador como tal no causa dolor pero es cierto
que algunos pacientes se sienten incómodos con el TET o con la SNG. Con la ventilación
mecánica invasiva el paciente no puede hablar, no tiene una comunicación plena,
esto supone un problema para los pacientes ya que es complicado atender a sus
demandas por la falta de entendimiento. Muchos pacientes sienten como el oxígeno
entre en los pulmones y les causa una sensación desagradable con lo comienzan
una lucha contra el respirador impidiendo que este realice el trabajo
correctamente. En ocasiones para que la ventilación sea la adecuada los
pacientes son sedados o analgesiados.
Los riesgos más frecuentes que pueden aparecer debido al uso
del ventilador son:
Infecciones: El TET permite a los gérmenes una mayor
penetren en los pulmones más fácilmente. La infección más común en estos casos
es la neumonía. Este problema puede suponer un problema serio para la persona
haciendo que esta tenga que permanecer más tiempo conectada al respirador.
Colapso pulmonar (neumotórax): Debido a que el pulmón este débil
es posible que el paciente llene demasiado de aire el pulmón y por tanto
empiece a perder ese aire que se quedara entre el pulmón y la pared torácica. Este
aire ocupa un espacio que hace que el pulmón pueda colapsarse. En el caso de
que esto ocurra el intensivista deberá drenar el aire para evitar más
complicaciones. El colapso pulmonar puede causar la muerte.
Lesión pulmonar; La presión de introducir aire dentro de los
pulmones con un ventilador puede lesionar los pulmones. Los médicos intentan
mantener este riesgo al mínimo utilizando la presión más baja necesaria. Niveles
muy elevados de oxígeno también pueden ser nocivos para el pulmón por tanto los
médicos sólo administran el oxígeno necesario para asegurarse de que el
organismo recibe lo suficiente para mantener los órganos vitales. En ocasiones
es difícil reducir el riesgo cuando los pulmones están lesionados.
Efectos secundarios de las medicaciones: A veces los medicamentos
sedantes pueden acumularse y el paciente puede permanecer en un sueño profundo durante
horas o días incluso después de haber suprimido el medicamento. Deben
realizarse analíticas constantes para conocer la concentración de estos
medicamentos en la sangre. El equipo médico y enfermero tratan de ajustar la correcta
cantidad de medicación para cada paciente. Los diferentes pacientes reaccionan
de distinto modo a cada medicación.
Soporte vital: En pacientes que están muy enfermos, en ocasiones
el ventilador sólo pospone la muerte. No todo paciente mejora sólo por el hecho
de usar un ventilador. Es difícil predecir o saber con seguridad si una persona
se recuperará con el tratamiento. Si supone un dilema moral el seguimiento de
la conexión al respirador se deberá hablar con el propio paciente si es posible
o con la familia del mismo. Si bien los pacientes
pueden morir aún estando conectados a un ventilador, a veces el ventilador
parece prolongar el proceso de la muerte.
Estas pautas básicas de la ventilación mecánica se han
encontrado en un artículo de la página web: American Thoracic Society.