jueves, 25 de octubre de 2012

Lavado de manos


En los 2 últimos días, se han realizado sesiones acerca del correcto lavado de manos en la unidad.
La importancia del lavado de manos para evitar la trasmisión de diferentes enfermedades es igual de importante que la utilización de guantes para determinadas técnicas, pero en muchas ocasiones no tenemos tan interiorizado el lavado de manos como la utilización de guantes.

Además de saber cuándo nos debemos lavar las manos tenemos que realizar una técnica adecuada ya que si no la eficacia de la higienización de manos disminuye.

Debemos utilizar la técnica adecuada siendo la siguiente;

Con las soluciones hidro-alcohólicas mantener una higiene de entre 20 y 30 segundos en cada lavado. Aplicar la solución por las palmas de la mano, friccionar una contra otra y posteriormente pasar al dorso de las manos.  Cuando estamos situados en el dorso de las manos separamos los dedos y friccionamos para extender la solución por los espacios interdigitales. Después friccionamos los nudillos de ambas manos sin olvidar los dedos pulgares. Y para finalizar, las yemas de las dedos.

La técnicas con agua y jabón es la misma, teniendo en cuenta que el tiempo que debemos utilizar esta en torno a 1 minuto. Además debemos asegurarnos de secarnos correctamente las manos debido a que la humedad favorece la aparición de microorganismos.

¿Cuándo debemos realizar la higiene de manos? Existen 5 momentos en los que se debe realizar el lavado de manos:
  1. Al entrar en contacto con el paciente.
  2. Antes de realizar cualquier procedimiento invasiva al paciente.
  3. Después del contacto con fluidos corporales del paciente.
  4. Después del contacto con el entorno del paciente.
  5. Al finalizar el contacto con el paciente, en este caso al salir del box.
Entre paciente y paciente también debe realizarse la higienización de las manos y el cambio de guantes.

Un estudio realizado en octubre de 2009, en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander muestra que existen gran cantidad de momentos en los que el lavado de manos sería recomendable, pero en aproximadamente el 35% de estos casos en cuando realmente se realiza la higienización correspondiente.

También, en el estudio, se habla de la importancia de la buena realización de la técnica. En muy poco porcentaje se realiza de forma correcta. Para que esto cambie se realiza un periodo de formación en un grupo de profesionales y se observa la diferencia entre el grupo que ha recibido la formación y el grupo que no. Los resultados muestran que efectivamente, la formación recibida ayuda a que la técnica sea más eficaz que la técnica realizada por profesionales sin formación en la higiene de manos.
El estudio detecta una mala técnica en un porcentaje elevado de profesionales, pero no identifica cuál es el error concreto en la técnica.

Posiblemente los resultados de este estudio sean pequeños para poder extrapolarlo a la población en general pero nos dan una idea del porcentaje de lavado de manos y de la buena o mala técnica de esta higiene.

La importancia de la instrucción en el lavado de manos a los profesionales es latente al igual que actualizarse en las últimas recomendaciones para favorecer la seguridad del paciente y de los profesionales.

3 comentarios:

  1. Muy interesante.

    Como muy bien dices, el lavado de manos es imprescindible para el control de las infecciones hospitalarias.

    ¿Cuales crees que son a tu juicio las causas del grado tan bajo de cumplimiento que tienen estas medias?

    ¿Te parecen fáciles de aplicar?

    Un saludo

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  2. En mi opinión la principal razón por la cuál el grado de cumplimiento correcto lavado de manos corresponde en primer lugar al desconocimiento de la forma correcta de la higienización de manos, y en segundo lugar a la metodología de trabajo en el día a día.

    Realmente la técnica no es compleja, pero las costumbres hacen complicado cambiar de un día para otro la forma de lavado de manos de cada uno. Esto se debe a que no realizamos el lavado "pensando en lo que hacemos" si no que lo realizamos como rutina.

    Además, solemos tener más interiorizado el cambio de guantes que el lavado de manos como tal; es decir, sabemos que debemos cambiarnos los guantes si estamos realizando un aseo y posteriormente vamos a administrar una medicación intravenosa, pero no asociamos de una manera tan directa que después de cualquier cambio de guantes debemos lavarnos las manos. En ocasiones pensamos que simplemente con una barrera como son los guantes basta para cumplir las medidas de asepsia correctamente.

    Aunque la técnica me parece sencilla es cierto que en determinadas ocasiones el lavado de manos puede hacer del trabajo diario algo más lento; un ejemplo de esto es: si cargamos una medicación y usamos guantes, para administrar al paciente esa medicación debemos lavarnos las manos y cambiarnos de guantes. Si posteriormente vamos a administrar otro fármaco deberíamos lavarnos las manos, cargar la medicación, lavarnos las manos y administrar al paciente.
    Esto a parte de poder llegar a suponer un problema al hacer más lento el trabajo diario supone un gasto hospitalario extra.

    Aún así, lo correcto es realizar la higiene en los momentos adecuados, con la técnica adecuada y sin tener demasiado en cuenta el gasto sanitario económico que supone ya que lo primordial es la salud y seguridad del paciente.

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  3. Bien, pero el gasto sanitario y la correcta utilización de los recursos son un punto muy importante del trabajo diario de los profesionales de enfermería.

    Un saludo

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