martes, 27 de noviembre de 2012

Otro enfoque...


Aspectos psico-sociales del enfermo:

Después del seminario relacionado con el síndrome confusional agudo y hablar de la importancia que le damos a la maquinaria de la UCI y la poca importancia que le damos al paciente como normal general me parece importante dar un cambio y otro enfoque al blog en las últimas entradas.

Para hablar de la importancia del paciente se debe hablar del paciente como conjunto:

Tenemos y debemos tener en cuenta al paciente en sí; mantener la intimidad del paciente en todo momento, hablar con el paciente de su patología y de sus cuidados de la forma en la que el mismo demande, tener en cuenta sus prioridades a la hora de realizar cuidados de enfermería siempre que sea posible...
También debemos tener en cuenta a la familia, entendiendo esta como una fuente de apoyo para el paciente muy importante y una fuente de información para el profesional (no sin olvidar la opinión del paciente al respecto). No solo debemos trabajar y realizar cuidados enfocados al enfermo si no que deben realizarse de una manera integral.

Los cuidados reales realizados a diario al paciente en el contexto crítico, dividiéndolos en los patrones de Gordon, son:

- Hemodinámica: control de frecuencia cardiaca, tensión arterial y temperatura. Administración de fármacos con respecto a estos puntos, control del “vigileo” si el paciente es portador de él.

- Respiratorio: si el paciente no está conectado a la VM, la saturación de oxigeno y la frecuencia respiratoria son las constantes que valoraríamos. Además de si existe aparición de disnea, buena mecánica respiratoria, si el paciente tose y expectora, aerosol-terapia si el paciente tiene pautada...
Si por el contrario el paciente está conectado a la ventilación mecánica los cuidados se multiplica; añadiendo a los anteriores mencionados: el control de alarmas del respirador, volúmenes que el paciente maneje, fijación del tubo y limpieza bucal, aspiración de secreciones si es preciso, control de secreciones teniendo en cuenta la cantidad, la consistencia, el olor, el color...
Y si el paciente es portador de algún soporte respiratorio distinto a la ventilación mecánica, se controlará la cantidad de oxigeno que se aporta al paciente, colocación adecuada de los dispositivos...

-Renal: Por lo general los paciente ingresados en la unidad de cuidados intensivos son paciente portadores de sonda vesical con lo que se realizará un control estricto de diuresis, valorando la acción de la medicación diurética pautada si el paciente lo tiene, teniendo en cuenta el color de la orina o posibles anomalías que aparezca. Control de edemas en el paciente como consecuencia de retención urinaria por algún motivo (que si es desconocido debemos buscar).

- Neurológico: valoraremos el estado de consciencia del paciente, las pupilas, los movimientos oculares y motores de miembros tanto superiores como inferiores. Y el dolor (Este punto es muy interesante ya que, de manera personal, no he estado en ninguna otra planta en la cual se tenga tan en cuenta el dolor y existan tantos medios farmacológicos disponibles para paliarlo. Además existen escalas integradas en la unidad para poder valorar el dolor de la forma más precisa posible.)

-Digestivo/metabólico/eliminación: Se valorará la dieta que el paciente tome, si el paciente es portador de SNG (si está a bolsa y las secreciones que presenta, si está pinzada, si se utiliza como vía de administración de fármacos. La colocación de la sonda), control de glucemias de carácter estricto si el paciente tiene una perfusión continua de insulina (antes de las comidas si el paciente tolera la dieta oral).
Además se valorará si tiene dispositivos como PEG, colostomía, ileostomía... y el aspecto de las heces, la cantidad...

-Drenajes/heridas: si el paciente es portador de drenajes conocer de que tipo son, las secreciones que tiene, el aspecto, la cantidad...
Y si el paciente tiene alguna herida especificamos de qué tipo es, si presenta exudado, el aspecto que tiene. En el caso de que la herida esté tapada valoraremos si el apósito está manchado, cuanta cantidad y si es preciso realizar más curas de las pautadas.

Estos son los cuidados diarios que se realizan de forma habitual,cuidados muy importantes y necesarios en este tipo de enfermos; pero personalmente creo que los aspectos psicosociales del paciente no se toman tan en cuenta como la maquinaria y demás.

Es cierto que en un paciente crítico prima los aspectos fisiológicos pero no debemos olvidar que el paciente es un todo y por tanto el aspecto psicológico o el entorno es muy importante para una recuperación pronta.

Ayer sin ir más lejos una paciente de la unidad en la que me encuentro, después de casi un mes de ingreso, lloraba al ver entrar a la familia... Esta paciente ha pasado por muchos alti-bajos; es más, en ocasiones su situación clínica ha llegado a ser tan comprometida que no se tenían muchas esperanzas sobre su evolución. Ayer esta paciente me daba la mano y me la apretaba hasta el punto no de no dejarme marchar; esto por un lado es muy confortable para la enfermera ya que muestra la confianza que el enfermo deposita en nosotros y la utilidad que tenemos más allá de la propia práctica clínica. La comunicación de esta paciente es deficiente debido a que está intubada y ella intentaba decirnos algo. Cuando entró la familia fue esta la que nos contó que la paciente estaba desesperada por el TOT y por que tenia sujeción física y no sabía por qué, después de explicárselo ella seguía llorando con lo que decidimos que mientras estaba la familia se le quitaría la sujeción para que estuviera más cómoda. Al quitárselas la paciente hizo un gesto de confort que nos hizo sonreír a todos. Con esto quiero decir que los pequeños detalles ayudan mucho a un paciente en una situación crítica.

No debemos olvidar nunca que trabajamos con personas-

miércoles, 21 de noviembre de 2012

mas mecanismos para la permeabilización de la vía aérea


Cricotiroidotomía:

En ocasiones, resultará imposible ventilar a un paciente en apnea con bolsa y mascarilla, o colocar un tubo endotraqueal u otros dispositivos de vía aérea. Esto  puede suceder en pacientes con trauma facial generalizado u obstrucción laríngea debida a edema o a un cuerpo extraño. En estas circunstancias, la introducción de oxígeno a través de una aguja o mediante cricotiroidotomía puede salvarle la vida.
En una emergencia una traqueotomía estaría contraindicada ya que exige tiempo, es  arriesgada y requiere considerable capacitación y equipo quirúrgico.

La cricotiroidotomía quirúrgica ofrece una vía aérea definitiva que puede utilizarse para ventilar al paciente hasta que se realice una intubación o traqueotomía semielectiva. 

La cricotiroidotomía mediante aguja es un procedimiento mucho más transitorio que  sólo proporciona oxigenación a corto plazo. Se necesita un catéter de grueso calibre  inacodable, una fuente de oxígeno de alta presión, tiene riesgo de barotrauma y  puede ser especialmente inefectiva en pacientes con trauma torácico. Puede fracasar  también como consecuencia del acodamiento del catéter, y no está indicada en el  traslado de pacientes.

Combitubo

El Combitubo es un tubo de doble luz que se introduce a ciegas por encima de la lengua y proporciona una vía para la ventilación, esté alojado en el esófago  o en la traquea. Existen numerosos estudios sobre el 
Combitubo en la RCP y se ventiló eficazmente al 79-98% de los pacientes. Todos estos estudios, excepto uno , se realizaron en paradas cardiacas extrahospitalarias, lo demuestra la poca frecuencia con la que se utiliza el Combitubo en los hospitales. De acuerdo con estos estudios, el Combitubo parece tan seguro y eficaz como la intubación endotraqueal en el manejo de vía aérea durante la parada cardiaca; sin embargo, no hay datos suficientes de supervivencia para poder afirmar el impacto que tiene en cuanto a resultados. 

Puede ocurrir que la ventilación del paciente se realice a través del puerto equivocado del Combitubo (2.2% en un estudio) : Esto es equivalente a una intubación esofágica inadvertida con un tubo endotraqueal normal.

Tubo Laríngeo.                                                               

El TL es un dispositivo para la vía aérea relativamente nuevo; varios estudios en  pacientes anestesiados han demostrado su utilidad. Las prestaciones del TL son  mejores comparado con la ML clásica y la MLMascarilla Laríngea Proseal®

No existen estudios de su función o prestaciones durante la RCP. Varias de sus  particularidades, en teoría, la hacen más adecuada que la ML clásica durante la RCP: un mejor sellado de la laringe que permite la ventilación con presiones más altas en la vía aérea, la inclusión de una sonda gástrica de drenaje que permite la salida del contenido gástrico líquido regurgitado de la parte superior del esófago y del estómago, y la inclusión de un mordedor. La ML Proseal tiene algunas desventajas potenciales como dispositivo de vía aérea para la RCP: es ligeramente más difícil de insertar que una ML clásica, no está disponible en versión desechable y es relativamente cara, y el contenido gástrico sólido regurgitado podría obstruir la sonda de drenaje gástrico. Se esperan datos sobre sus prestaciones durante la RCP.

Bibliografía utilizada en las entradas de pearmeabilización de la vía aérea:

 Levitan RM, Pisaturo JT, Kinkle WC, Butler K, Everett WW. Stylet bend angles and tracheal tube passage using a straight-to-cuff shape. Acad Emerg Med. 2006 Dec;13(12):1255-8. Epub 2006 Nov.

 Teoh WH, Sia AT, Fun WL. A prospective, randomised, cross-over trial comparing the EndoFlex and standard tracheal tubes in patients with predicted easy intubation. Anaesthesia. 2009 Nov;64(11):1172-7.

 Yamakage M, Takahashi M, Tachibana N, Takahashi K, Namiki A. Usefulness of Endoflex endotracheal tube for oral and nasal tracheal intubations. Eur J Anaesthesiol. 2009 Aug;26(8):661-5.

4So M, Sobue K, Arima H, Morishima T, Fukumoto M, Nakano H, Tsuda T, Katsuya H. Flexible, tapered-tip tube facilitates conventional orotracheal intubation by novice intubators. J Anesth. 2006;20(4):344-7.

Greer JR, Smith SP, Strang T. A comparison of tracheal tube tip designs on the passage of an endotracheal tube during oral fiberoptic intubation. Anesthesiology 2001; 94: 729–31.

Makino H, Katoh T, Kobayashi S, Bito H, Sato S. The effects of tracheal tube tip design and tube thickness on laryngeal passability during oral tube exchange with an introducer. Anesth Analg. 2003 Jul;97(1):285-8.

Sharma D, Bithal PK, Rath GP, Pandia MP. Effect of orientation of a standard polyvinyl chloride tracheal tube on succes rates during awake flexible fibreoptic intubation. Anaesthesia. 2006 Sep;61(9):845-8

 Louch StacyU.  Cuidados Intensivos en Enfermería. 2ª Edición Tomo 1. Paradigma.

martes, 20 de noviembre de 2012

Otros métodos de aislamiento de la vía aérea: mascarillas


Para realizar la técnica de la intubación se habla siempre del tubo endo-traqueal; existen diferentes tubos:

En primer lugar y lo más importante es el tamaño, indicado por el diámetro de la luz. La manera más 
adecuada y rápida de escoger el tubo adecuado es escoger aquel tubo cuyo diámetro interno sea igual al dedo meñique de nuestro paciente.

 Dependiendo del material del que estén fabricados encontramos tubos de PVC trasparente o de silicona.



Encontramos también tubos con o sin neumo-taponamiento, y con o sin subglótica para poder conectar a un respirador en el caso de que la tenga.




Los tubos endo-traqueales también pueden ser reforzados o no: Los reforzados poseen un refuerzo interior para evitar que se acoden. Se utilizan en situaciones especiales, como en intervenciones maxilo faciales o en intervenciones en las que la posición del paciente sea prono.


Pero no solo existe esta manera de aislar la vía aérea del paciente si no que existen otras técnicas y otros dispositivos que permiten este aislamiento de manera efectiva.

Un dispositivo muy apropiado con las mascarillas laríngeas:

Mascarilla laríngea (ML):

La mascarilla laríngea se compone de un tubo de calibre ancho con un borde elíptico  inflable diseñado para sellar la apertura laríngea. Se inserta más fácilmente que un tubo endotraqueal. Durante la RCP, se consigue con la mascarilla laríngea una ventilación adecuada en un porcentaje alto de los casos.

La ventilación utilizando la ML es más eficaz y más fácil que la realizada con una mascarilla y bolsa autoinflable (ambú). Cuando una ML puede ser rápidamente insertada es preferible evitar la ventilación por medio de una mascarilla con bolsa. Cuando se utiliza para ventilar con presión positiva, se puede minimizar la dilatación gástrica siempre que se eviten las presiones inspiratorias altas (>20 cm H2O).

Las desventajas que tiene la ML frente a la intubación endotraqueal son : un riesgo de aspiración más alto y la incapacidad para ventilar adecuadamente a pacientes con una distensibilidad pulmonar y/o de la pared torácica baja. No está muy claro que durante una RCP es posible ventilar adecuadamente por medio de una mascarilla laríngea sin la interrupción de las compresiones torácicas. La capacidad de realizar una ventilación adecuada mientras se continúa comprimiendo el tórax puede ser una de las ventajas principales de un tubo endotraqueal.

Para la utilización de este dispositivo existe gran variedad de tallas con lo que hay que valorar cual es la adecuada para nuestro paciente.


Mascarilla laríngea de intubación Fastrach:

La mascarilla laríngea de intubación es útil para manejar la vía aérea difícil durante la anestesia, pero no ha sido estudiada durante la RCP. Aunque la mascarilla laríngea de intubación es relativamente fácil insertar, colocar a ciegas un tubo endotraqueal de forma fiable requiere un entrenamiento considerable y, por este motivo, no es una técnica ideal para ser aplicada por inexpertos.


En entradas posteriores se hablaran de otros métodos para el aislamiento de la vía aérea de un paciente.

lunes, 19 de noviembre de 2012

más preguntas


¿Qué es que el paciente esta desadaptado a la VM?

- Se podría hablar de la desadaptación del paciente al ventilador cuando el paciente presenta movimientos frecuentes de la cabeza, brazos o piernas; es decir, el paciente tiene una agitación. En ocasiones el paciente puede intentar la retirada del tubo.

Un concepto más adecuado es: cuando la insuflación del ventilador no coincide con la inspiración del paciente, encontrándose ambos desincronizados. Se dice entonces que el enfermo "lucha" contra el ventilador. Encontramos respiración paradójica, inquietud, ansiedad, aumento de la actividad simpática (taquicardia, hipertensión...) y activación de las alarmas del ventilador por presiones altas.

Esta desadaptación tiene efectos adversos sobre:

  • Mecánica pulmonar: Eleva las presiones pico y meseta, favorece la aparición de PEEP.
  • Músculos respiratorios: Favorecen la fatiga muscular.
  • Hemodinámica: Al aumentar el atrapamiento aéreo se disminuye el gasto cardíaco, y se aumenta la descarga adrenérgica.
  • Intercambio gaseoso: Se produce hipercapnia, desaturación y acidosis mixta.
Estos cambios empeoran la hemodinámica y la función respiratoria del paciente, conlleva riesgo de barotrauma, prolongan la VM y retrasan el destete.

Que el paciente se desadapte conlleva unos riesgos, por esta razón debemos evitar esta situación.
Las causas más frecuentes de la desadaptación son:

  • Programación inadecuada de la VM.
  • Modificaciones del estado del paciente.
  • Disfunción del respirador.

¿Cuántos sistemas hay para fijar el tubo endotraqueal?

- La fijación del tubo con gasa o esparadrapo es la principal aunque existe alguna opción más como por ejemplo la fijación con tiras de algodón. El esparadrapo no se recomienda ser utilizado como primera opción por las lesiones que puede causar el pegamento a la piel del paciente.

También existe un fijador comercial, de plástico en la zona delantera de la cara y cintas en la parte posterior, que realiza una función adecuada pero el precio impide que en muchos hospitales se compre y por tanto se utilice. 

¿Qué hacer si el enfermo se quita el tubo endotraqueal?

En primer lugar oxigenaremos al paciente para evitar la desaturación del mismo. Se llamará al médico de guardia para que realice de nuevo la intubación y vuelva a conectarse al ventilador. Manejar la sedación del paciente  y valorar la opción de la sujeción mecánica para evitar de nuevo la auto-extubación del paciente.
De manera continua se controlarán todas las constantes del paciente y valoraran posibles complicaciones que puedan aparecer para favorecer la seguridad del paciente

Bibliografía:

Alorda C, Gallego Caminero G, Miró Bonet R, Miró Bonet M. Ansiedad durante el proceso de destete: estudio de un caso Enfermería clínica, 2006; 16 (2): 99-102. 

McCloskey Dochterman J, Bulecheck GM. Clasificación de intervenciones de enfermería (NIC).4ª ed. Madrid: Elsevier; 2005.  

 Herrera Carranza M. Iniciación  a la ventilación Mecánica Puntos Clave. Barcelona: Edikamed; 1997.
BergBon-Engberg, Haljamae. Asessment of patient’s experience of disconforts during respirador terapia. Crit. Care med, 1989; 17:1068-72.


Iniesta Sánchez J, Martín Lozano R, Carrión Tortosa F, Ruíz Morales.  Problemas psicológicos en pacientes sometidos  a ventilación mecánica. Enfermería Global, 2002 Nov; 1: 1-7.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Respuesta a algunas preguntas...


Relacion inspiracion: espiración. ¿Valores normales? ¿cuándo hay que modificarlo?:

-Es la fracción entre el tiempo inspiratorio y el espiratorio. Suele fijarse en una relación 1:2. Esto significa que si dividimos el tiempo que dura un ciclo respiratorio, dos partes la ocuparía la espiración y una la inspiración. 

En determinadas patologías respiratorias  como EPOC, SDRA o atelectasias, se utilizan a veces relaciones invertidas 2:1, 3:1 ó 4:1 para permitir de este modo un mayor tiempo inspiratorio.




En el dibujo anterior podemos ver la curva normal que se crea en una relación de inspiración espiración de 1:2, siendo este el valor normal en un paciente sin patología respiratoria.


En el dibujo anterior se aprecia como sería la curva de la espiración dependiendo de la patología que el paciente presente, siendo este tiempo de espiración más largo en los pacientes con enfermedades obstructivas con por ejemplo un enfermo de EPOC.


Cuidados de enfermería en los diferentes modos ventilatorios:

- Sea cuál sea el modo ventilatorio del paciente, el equipo de enfermería debe dirigir sus cuidados a conseguir la mayor comodidad tanto física como psíquica a la vez que evitar posibles complicaciones.

Debemos ajustar y verificar las alarmas de los monitores y del ventilador, colocación de la pulxiosimetro además de la monitorización cardiaca (aunque no solo en los pacientes conectados a ventilación mecánica).

Verificar que el ambú, el caudalímetro, las alargaderas y todo lo necesario en una situación de urgencia están cerca y en buen estado.

Observar al paciente y comprobar la tolerancia que tiene al tubo y a su tratamiento respiratorio. En el caso de que veamos que el modo respiratorio en el que se encuentro no ayuda al paciente a realizar la respiración de una manera adecuada llamaremos al médico para que revise los parámetros del ventilador y si es necesario que los modifique.

Verificar la colocación de la sonda naso-gástrica en su sitio al igual que del tubo endo-traqueal, comprobando la marca en la que se encuentras ambos. Además comprobaremos la presión del neumo-taponamiento una vez por turno.

Se realizará aspiraciones tanto por tubo como bucales siempre que sea necesario. Las aspiraciones deben realizarse extremando las medidas de asepsia utilizando una sonda para cada aspiración, no reintroduciéndola y utilizando guantes estériles.

Se cambiará la sujeción una vez por turno para mantener la cinta limpia además de evitar los puntos de presión continuos. Se aplicará vaselina al paciente y se realizará la higiene bucal oportuna.

En los modos respiratorios que permiten al paciente realizar respiraciones espontaneas debemos vigilar especialmente la frecuencia respiratoria y los volúmenes corrientes que esté realizando. Debemos valorar también el comportamiento del paciente y buscar signos que indique un agotamiento del paciente.

Si el paciente tiene sedo-analgesia valorar la acción de esta sobre el paciente.

Bibliografía utilizada:

Michael Shapiro, MD; R. Keith Wilson, MD; Gregorio Casar, MD; Kim 
Bloom, MD; Robert B. Teague, MD; Work of breathing through different 
sized endotracheal tubes. Critical Care Medicine, Vol.14, No.12 

Jurban A, Tobin MJ. Use of Flow-Volume curve in detecting 
secretions in ventilator dependent patient. Am Respir Care Med. 2004. 150: 
766-769

Kallet RH, Katz JA. Respiratory system mechanics in acute respiratory distress syndrome. Respir Care Clin N Am 2003; 9: 297-319.

Levy MM. Optimal PEEP in ARDS. Changing concepts and current controversies. Crit Care Clin 2002; 18: 15-33.

Servillo G, De Robertis E, Coppola M, Blasi F, Rossano F, Tufano R. Application of a computerised method to measure static pressure volume curve in acute respiratory distress syndrome. Intensive Care Med 2000; 26: 11-14.

martes, 13 de noviembre de 2012

Procedimiento de la IOT


El procedimiento que se debe seguir para la realizar la intubación oro-traqueal a un paciente es la siguiente:

En primer lugar y si el estado del paciente lo permite, explicarle la técnica, su utilidad y repercusiones posteriores (imposibilidad de hablar, posible incomodidad...). También se tratará de informar a la familia antes del procedimiento ya que es muy agresivo y supone un shock para la familia la situación. Además si es posible se favorecerá la entrada de la familia  antes de la intubación.

Posteriormente se realizará la preparación del material:

- Comprobar que el mango y la pala del laringoscopio son del número adecuado y que encajan además de que la luz funciona correctamente.
- Comprobar el tubo que se va a insertar. Para ello, insuflaremos aire con una jeringa en el nuemotaponamiento hasta que éste se infle por completo.
- Comprobaremos la simetría del balón del nuemotaponamiento y la ausencia de fugas. Después debemos sacar todo el aire del nuemotaponamiento para evitar posibles daños al paciente.

Por otro lado comprobaremos el material del box:

-Comprobar que el sistema de aspiración funciona correctamente y que hay sondas en el box de varios tipos.
- Comprobar el ambú, la presión de inflado de la mascarilla y la fuente de oxígeno.
- Preparar la medicación, según criterio médico.

Preparación del paciente para la realización de la técnica:

- Colocar al paciente en decúbito supino, con la cabeza en hiper-extensión siempre que no se indique una contraindicación que no permita esta maniobra como son: la sospecha o evidencia de una fractura de columna cervical; en este caso no se realizará una hiper-extensión si no que la cabeza del paciente se colocará en posición neutra evitando cualquier movimiento del cuello.

Si la intubación a la que se va a proceder es la naso-traqueal el paciente debe colocarse posición de Fowler para favorecer anatómicamente la inserción del tubo.

- En el caso de que el paciente sea portador de sonda gástrica, se suspenderá la nutrición enteral si la tiene, y se procederá a la aspiración del contenido gástrico.
- Revisar la cavidad bucal y extraer prótesis dentales si el paciente es portador de ello.

REALIZACIÓN DE LA TÉCNICA. Procedimientos realizados por el equipo de enfermería.

- Administrar la medicación prescrita por el médico que realiza la técnica.
- Lubricar el extremo distal del tubo con spray de silicona, solo la parte distal ya que si no podría resultar más difícil la intubación.
- Si es preciso, aspirar secreciones en buco-faringe para facilitar la visibilidad, antes de que el médico introduzca el laringoscopio.
- Durante todo el proceso, se deberá vigilar las constantes vitales del paciente.

* Maniobra de Sellick: consiste en aplicar una ligera presión sobre el cartílago cricoides para facilitar la visión. Se introducirá entre ambas cuerdas vocales, visualizando durante todo el procedimiento la glotis.
Se avanzará el tubo hasta la desaparición del nuemotaponamiento. Si por las características de la glotis (intubación difícil), no puede dirigirse la punta del tubo hacia la misma, se puede utilizar el fiador colocándolo en el interior del tubo de forma que no sobresalga por su extremo distal y dando forma al tubo oro-traqueal (generalmente en forma de “L) para poder abocarlo a la glotis. 

- Una vez insertado el tubo, inflar el nuemotaponamiento con aproximadamente 8-10 cc de aire.
-Ventilar al paciente con la bolsa de resucitación manual, mientras que el médico comprueba la correcta colocación del tubo mediante auscultación de ambos campos pulmonares.
- Conectar el ventilador al paciente.
- Marcar el tubo con esparadrapo de tela en la señal numérica que quede a nivel de los dientes superiores o de la comisura del paciente dependiendo del protocolo de la unidad en la que nos encontremos.
- Fijar el tubo con cinta de algodón alrededor del cuello del paciente, también podría fijarse con esparadrapo.
- Realizar una aspiración de secreciones del tubo endotraqueal para comprobar su permeabilidad.
- Comprobar la presión del nuemotaponamiento con el manómetro.
- Realizar radiografía de tórax para comprobar la correcta situación del tubo (2 cms por encima de la carina, aproximadamente) y detectar una posible intubación selectiva del bronquio derecho.
- Registrar la técnica, el número de tubo utilizado, la marca del tubo a nivel dental o de la comisura, presión del nuemotaponamiento y medicación administrada durante la técnica.

 Bibliografía:

American Society of anesthesiologits Task Force on Management of the difficult  airway: un update report by the American Society of anesthesiologits Task Force on  Management of the difficult airway. Anesthesiology. 2003; 98: 1269-77

International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation (CPR) and  Emergency Cardiovascular Care (ECC) Science with Treatment Recommendations.  Circulation. 2005; 112: III-109.

European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2005. J. Resuscitation. 2005; 67

Equipo médico Unidad de cuidados intensivos. Protocolo de cuidados al paciente intubado. Servicio de Cuidados Intensivos/ Unidad de Grandes Quemados. Hospital Universitario de Getafe. 2007.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Concepto, indicaciones y material de la Intubación en pacientes críticos


¿QUE ES?

La intubación consiste en introducir un tubo o sonda en la tráquea del paciente a través de las vías respiratorias altas. Dependiendo de la vía de acceso que escojamos, tenemos dos tipos de intubación:

  • Naso-traqueal: a través de las fosas nasales. Suele utilizarse en intubaciones programadas (anestesia, dificultad respiratoria en aumento...)
  • Oro-traqueal: a través de la boca. Por lo general se utiliza en intubaciones dificultosas o de urgencia (reanimación cardio pulmonar) ya que es la más rápida.
 El objetivo de este procedimiento es mantener la vía aérea permeable, estableciendo una vía segura de comunicación y entrada de aire externo hasta la tráquea. Para esto, el extremo distal del tubo debe quedar aproximadamente a 1-2 cms. de la carina, de modo que el aire pueda llegar adecuadamente a ambos bronquios.

La intubación endotraqueal, sea cual sea la vía de acceso, es el método más eficaz para mantener abierta la vía aérea, y además, asegura una adecuada ventilación y aporte de oxígeno al paciente, disminuye el riesgo de distensión gástrica y aspiración pulmonar, permite administrar algunos fármacos durante la reanimación cardiopulmonar (mientras se consigue una vía venosa), facilita la aspiración de secreciones y si fuera necesario, aplicar presión positiva al final de la espiración (PEEP). Además, durante la reanimación cardiopulmonar, facilita la sincronización entre masaje cardiaco y ventilación.

INDICACIONES DE LA INTUBACIÓN:

   Podemos resumir las indicaciones en:

Estado mental: valorar si existe agitación, confusión o cualquier otra circunstancia... en definitiva, cuando un paciente presenta un Glasgow inferior a 8.

Trabajo respiratorio: si existe disnea, trabajo respiratorio, uso de los músculos accesorios y taquipnea mayor de 30 respiraciones por minuto.

Signos de insuficiencia respiratoria grave tales como aleteo nasal, ansiedad, labios fruncidos o la boca abierta, agotamiento general, imposibilidad de descanso y/o sueño.

Hipoxemia con PaO2 menor de 60 mmHg y satO2 menor de 90% con aporte de O2.

Hipercapnia progresiva con PaCO2 mayor de 50 mmHg y PH menor de 7.30 (es decir, acidosis respiratoria).

Fatiga de los músculos inspiratorios. Percibiéndose una mala mecánica respiratoria en el paciente.

Capacidad pulmonar vital baja: el paciente mueve muy poco volumen en cada inspiración.

Parada respiratoria.

Siempre que sea posible se deberá realizar una intubación programada, esto ayudará a que el material necesario esté adecuadamente preparado y por tanto la técnica se realice de una manera más rápida y 
segura para el paciente.

MATERIAL

En el lugar en que se vaya a realizar  la intubación (ya sea en la calle o en un hospital) debemos disponer    de: 

  • fuente de oxígeno con caudalímetro.
  • mascarilla facial transparente y bolsa autoinflable del tamaño adecuado (Ambú).
  • goma conectora de la fuente de oxígeno y el balón auto-hinchable.
  • cánula orofaringea (Guedel) del tamaño adecuado.
  • aparato de aspiración  o vacío con manómetro de presión.
  • sondas de aspiración del tamaño adecuado.
  • goma de conexión entre las sondas de aspiración y el sistema de vacío.
  • guantes estériles y no estériles.
  • mango de laringoscopio (comprobar la existencia y funcionamiento de las pilas).
  • palas de laringoscopio del tamaño adecuado (comprobar el funcionamiento de la bombilla).
  • lubricante.
  • tubo endotraqueal con o sin balón del tamaño adecuado.
  • dos tubos endo-traqueales más: uno de un número mayor  y otro menor al anterior.
  • fiador, estilete o guía: le da rigidez al tubo endotraqueal, lo cual facilita la intubación cuando ésta se prevé difícil o la persona es inexperta. Es recomendable lubricar el fiador antes de introducirlo a través de la luz del tubo endotraqueal para facilitar posteriormente su extracción. Nunca debe sobrepasar el orificio distal del tubo (también llamado ojo de Murphy), de hecho, debe quedar aproximadamente 1 cm antes del final del tubo, para evitar lesiones en la vía respiratoria.
  • pinzas de Magill, que servirán para guiar el tubo en la intubación naso-traqueal.
  • esparadrapo, venda o sistema fijador.
  • medicación de intubación: si es posible, se tendrá cargada y preparada previamente. Si no es así, debería estar situada en un lugar apropiado, conocido por el personal  y accesible.
Bibliografía:

Grupo de Trabajo en Reanimación Cardiopulmonar Avanzada de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias. Recomendaciones en Reanimación Cardiopulmonar Avanzada. Madrid: Edicomplet, 2006.

Información de medicamentos para el profesional sanitario. 14ª ed. Madrid: Ministerio de Sanidad, servicios soliales e igualdad. Secretaría General Técnica, 2012.

Grupo de Trabajo de Asistencia Inicial al Paciente Traumatizado de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias. Recomendaciones Asistenciales en Trauma Grave. Madrid: Edicomplet, 2008.

Sepúlveda S, Sauvageon X, Jedrec JP, Salamagne JC, Ritcher F, Fuilla C et al. Guía Práctica de Medicina de Urgencias Prehospitalarias. Barcelona: FTN editores, 1999.